La Democracia Ateniense, Romana y Actual
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La historia registrada por Jenofonte en su Anábasis, por ejemplo, muestra cuán profundamente arraigado estuvo el ideal democrático entre los griegos.
Cuenta este relato las extraordinarias peripecias de un grupo de casi once mil griegos que servían como mercenarios al rey persa Ciro alrededor del 400 a.C. Aunque ellos ganan todas las batallas, Ciro perece y los griegos quedan abandonados a su suerte en medio del territorio persa, a miles de kilómetros de su patria, sin dinero, sin guías ni provisiones, rodeados de enemigos. Para colmo, les matan a todos sus generales. Durante un año y medio realizarán una larga marcha combatiendo a los persas y a unos veinte pueblos hostiles.
Durante todo este tiempo eligen a todos sus líderes por votación, discuten en asambleas cada decisión importante, escuchando y sopesando las distintas opiniones. A pesar de las enormes diferencias sociales y culturales entre ellos, sorprende aún hoy el clima de profunda igualdad en las asambleas, donde el voto de un pastor vale lo mismo que el del aristocrático Jenofonte.Otro famoso episodio nos muestra un ejemplo de la capacidad autocrítica que juzgamos esencial al ejercicio democrático.
Alrededor del 430 a.C. la ciudad de Mitilene se había rebelado al imperio ateniense, y en castigo a esta rebelión la asamblea había condenado a muerte a toda la población masculina adulta, y sometido a esclavitud a todas las mujeres y niños. Mientras un barco ya viajaba con la funesta orden, cundió la inquietud en Atenas, según cuenta Tucídides: "… al día siguiente les sobrevino un cierto arrepentimiento, unido a la reflexión de que la resolución tomada, de aniquilar una ciudad entera en lugar de a los culpables, era cruel y monstruosa". Se decidió discutirlo nuevamente. Se escucharon muchas opiniones, de las cuales Tucídides reproduce dos.
A favor de la condena, el discurso de Cleón, quien precisamente había logrado que se aprobara la anterior moción de matar a los mitilenos. En contra de esta decisión habló Diódoto, del cual desgraciadamente no tenemos ninguna otra noticia que su extraordinario discurso conservado por Tucídides, una de las más notables piezas conservadas de la retórica antigua. En resumen, tras una nueva votación se decidió anular la orden de muerte contra los mitilenos y una nueva nave partió tras la anterior, que llevaba un día de ventaja: "la velocidad de navegación fue tal que los hombres comían harina amasada con vino y aceite sin dejar de remar… y como por fortuna no sopló ningún viento contrario y la nave primera no navegaba con prisas hacia una misión desagradable, mientras la segunda se apresuraba del modo que hemos visto… atracó a continuación de la otra y pudo impedir la matanza".
Por cierto, el sistema tropezaba y caía constantemente: baste señalar que el filósofo Sócrates fue condenado a muerte por votación popular".Actualmente se considera " Las democracias comprenden que una de sus principales funciones es proteger ciertos derechos humanos básicos, como la libertad de expresión y de religión; el derecho a la protección de la ley en un plano de igualdad; y la oportunidad de organizarse y participar plenamente en la vida política, económica y cultural de la sociedad.
"http://www.america.gov/st/democracy-spanish/2008/September/20080915170033pii0.5193445.html
Según Mariano Grandona en Historia de la Democracia,señala
"Pero, en tanto Clístenes fundó una república de inclinación democrática, Bruto y Tarquino Colatino fundaron una república aristocrática que nunca dejaría de serlo aunque, con el paso del tiempo, fue incorporando elementos democráticos. La secuencia en Atenas fue "tiranía, república democrático - aristocrática y democracia". En Roma, la secuencia fue "tiranía, república aristocrática y república aristocrático -democrática". Aunque intentó fundarlo, Atenas no logró cimentar un imperio. La república romana, en cambio, desembocó en un imperio que duraría 500 años en Occidente y 1.500 años en Oriente.
Roma llegó a ser una república aristocrático - democrática, una república "mixta" con ingredientes
democráticos, pero nunca una democracia a la manera de Atenas. Hacia el siglo III antes de Cristo, el siglo en que alcanzó su apogeo, la República Romana mantenía un delicado equilibrio entre la clase de los patricios o aristócratas (patricio proviene de pater, "padre": los patricios descendían de los que "llegaron primero") y la clase de los plebeyos (plebs significa "multitud": la masa de los que "llegaron después"). Los patricios dominaban el Senado (comparable al Areópago ateniense) y la magistratura "cuasipresidencial" de los cónsules; los plebeyos dominaban una peculiar magistratura, la del tribuno de la plebe, cuya principal facultad era vetar las decisiones de las magistraturas patricias.
Los ciudadanos romanos también votaban, pero no con el alcance de los ciudadanos atenienses.
Estos, en la ecclesia, tenían el poder de discutir y aprobar las leyes. Los ciudadanos romanos se
expresaban en dos tipos principales de "comicios" (la palabra proviene del indoeuropeo kom, al igual que "comunidad" y "comité"). En los comicios centuriados el pueblo, reunido en las "centurias" o regimientos correspondientes a su organización militar, se congregaba con sus cascos y escudos a proclamar de viva voz su aprobación o rechazo de las propuestas que les presentaba el patriciado. Más que a la ecclesia ateniense, esta asamblea se parecía a la apella espartana: una reunión militar donde se votaba por aclamación, por sí o por no, sin que hubiera lugar para el torneo de oratoria de la asamblea ateniense.
Los comicios "centuriados" respondían a una tradición aristocrática. Pero en los "comicios de la
plebe" o plebiscitos, los plebeyos expresaban su voluntad votando bajo la presidencia de los tribunos.
Hacia el año 300 ante de Cristo, esta mezcla equilibrada entre el poder de los patricios y el poder
de los plebeyos se había consumado, sin que Roma pudiera unir ambas clases en instituciones
comunes a todos los ciudadanos como lo logró Atenas. A partir del año 133 antes de Cristo, con la revolución populista de los hermanos Tiberio y Cayo Graco, el difícil equilibrio entre patricios y
plebeyos terminó por quebrarse, dando lugar a casi cien años de guerras civiles de las cuales surgiría, al fin, la dictadura de Julio César, un aristócrata convertido en populista al igual que los hermanos12
(www.cema.edu.ar/publicaciones/download/documentos/175.pdf)
Actividad
1.- Lee el texto con atención
2.-Explica si se aplicó la Democracia en las decisiones tomada por los atenienses en períodos complejos de su historia y según los cococimietnos vistos en clase.
3.- Según los parámetros actuales de la Democracia, se puede afirmar que existe una verdadera Democracia en Atenas.
4.- Según la interrogante vista en clases, he extraido el texto para complementar la discusión si realmente existió una Democracia en Roma.
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